Edmundo Sosa, con marca de 2-0, fue el campeón lanzador del Torneo Intercolegial de Béisbol Infantil (11-12 años) del corregimiento de Juan Díaz, Copa Paco Sucre. (Foto: Miguel Cavalli / EPASA)
Elisinio González G.
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Edmundo Sosa sólo tenía seis años de edad cuando su padre, del mismo nombre, falleció víctima del cáncer.
En aquel momento, la vida le había arrebatado a su principal ídolo en el único deporte que ha amado con todo el corazón: el béisbol.
"No recuerdo mucho de mi padre. Sólo sé que él jugaba béisbol y que me llevaba al estadio Caplitom en Juan Díaz para que practicara", dijo ayer Edmundo, mientras era abrazado con mucho cariño por su madre Nilka.
Hoy, a sus 11 años de edad y a pesar de no recordar claramente las cosas que compartió con su padre, este pequeño guerrero se las ha ingeniado para enviar mensajes llenos de amor hacia el cielo.
"A mi papá siempre le gustó el béisbol. Por esa razón es que cada vez que mi director me da la bola para lanzar, yo me concentro para que cada lanzamiento sea en honor a mi padre, porque sé que me está observando y protegiendo desde el cielo", comentó.
GUERRERO DEL MONTICULO
DIAaDIA pudo conocer ayer la historia de Edmundo mientras disputaba la final del Torneo Intercolegial de Béisbol Infantil (11-12 años), del corregimiento de Juan Díaz, Copa Paco Sucre, en el Estadio Caplitom de Pequeñas Ligas.
El pequeño Edmundo, representando los colores de la Escuela Toribio Berrío Sosa, se encontraba en el "potro indomable" haciendo gala de una buena recta, que tenía "locos" a los bateadores de la Escuela Ernesto T. Lefevre.
Sin embargo, el sueño de Edmundo de llevar a su escuela a conquistar el título se esfumó cuando apareció la lluvia.
El partido se suspendió cuando se iba a jugar la parte baja de la tercera entrada.
Fue este espacio, como caído del cielo, el que aprovechó DIAaDIA para conocer parte de su vida.
MADRE ORGULLOSA
Mientras secaba las gotas de lluvia que recorrían el rostro de Edmundo, doña Nilka no escondió la alegría por ver crecer a su pequeño en el deporte del béisbol.
"Esto era lo que quería mi esposo, ver a su hijo triunfar en el béisbol. Pero, lastimosamente, la vida no los arrebató muy pronto", comentó.
Era evidente que doña Nilka estaba sacando fuerzas de su corazón para no romper en llanto.
"Mi esposo y yo llevamos a Edmundo a jugar por primera vez cuando tenía cuatro años de edad. Y es que a mi esposo le gustaba mucho el béisbol, hasta fue árbitro de las Pequeñas Ligas. De seguro que estuviera muy orgulloso de lo que ha logrado su hijo, más ahora que representará a Panamá Metro en el Torneo Infantil que organizará la Federación Panameña de Béisbol (FEDEBEIS), que arranca este domingo", expresó.
META SOÑADA
Un beso apareció en escena. Era increíble observar cómo Edmundo no dejaba de demostrar el amor que siente por su madre.
"Me esfuerzo mucho en el béisbol y en mis estudios para que mi mamá siempre esté contenta; además de mi papá, que me observa desde el cielo", enfatizó.
Como todo niño, Edmundo también tiene como meta soñada jugar en el béisbol de las Grandes Ligas.
"Sé que si me esfuerzo y practico mucho, podré lograr mi sueño de jugar en las Grandes Ligas. Eso es lo que quiero y no descansaré hasta vestir el uniforme de los Yanquis de Nueva York. He prometido que el primer lanzamiento y todos los demás que realice se los dedicaré a mi padre, que me observará desde el cielo", acotó.
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