Marta Bantin, oficial de Comunicaciones de American Airlines en Miami, manifestó vía telefónica que no hubo peligro en el aterrizaje. Agregó que desafortunadamente la agencia de viaje no cuenta con hoteles en Panamá y tuvieron que dormir en la terminal aérea. Además, los pasajeros no podían pasar a territorio panameño porque no tenían visa y de intentarlo, iban a tener problemas en Aduanas y Migración.

De acuerdo con Bantin, durante la estadía de los 249 pasajeros en el aeropuerto de Tocumen, se les ofreció la alimentación y estuvieron atendiendo sus necesidades por parte de Patricia Andrade, gerente de American Airlines en Panamá. Se pudo conocer que la mayoría de los pasajeros era de nacionalidad ecuatoriana.

En un comunicado de prensa, portavoces del Aeropuerto Internacional de Tocumen manifestaron que la aeronave requirió un reemplazo de equipo de computación, que fue solicitado como precaución por el comandante del avión.