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Didier Hernán Gil | DIAaDIA |
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"Su vida dependía de un hilito y se nos fue de nuestras manos". Esas fueron las declaraciones de Sor Isabel Batista, religiosa del Hogar San José de Malambo, quien está todavía consternada por el deceso del pequeño Carlitos el pasado lunes 8 de agosto, a eso de las 2:30 p.m. Este fue el menor lanzado por su madre en una letrina en Villa Luchín de Tocumen el 8 de mayo, día de su nacimiento. Sor Isabel dijo que Carlitos evolucionaba bien durante su estadía en el Hogar y ese día había acudido a su terapia en la sala de quemados del Hospital del Niño, y al estar en la sala comedor del Hogar, luego de beber su mamadera, se puso mal y al llegar a la Policlínica de Arraiján se determinó su fallecimiento. Aunque este menor no tenía registro civil, en el Hogar Malambo lo llamaban Carlos Iván, pues estaban realizando unas pruebas de ADN para hacer el reconocimiento. "Las religiosas pretendían darle cristiana sepultura en el Cementerio Colinas de la Paz, pero sus abuelos asumieron esa responsabilidad", dijo Sor Isabel. Según el abogado penalista Silvio Guerra, Adriana Grenald, madre de Carlitos, podría ser condenada a 5 años de prisión por tentativa de homicidio, pero como se trata de un homicidio "calificado" por su relación con la criatura, la pena puede ser de 20 años, o sea, la pena máxima, conforme al Artículo 132 del Código Penal. AFECTIVO
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