Desde hoy se escribe un nuevo capítulo del deporte nacional a nivel internacional. Los Juegos Bolivarianos, una de las máximas justas deportivas del área latinoamericana.
Pero para nuestra delegación panameña, este viaje ha costado sangre, sudor y lágrimas, y se presenta a los juegos mermada por las clásicas disputas entre los dirigentes. A pesar de la tormenta, hay posibilidades de medallas en las disciplinas de esgrima y baloncesto.
Sólo treinta atletas son los que defenderán el Pabellón Nacional en esta justa deportiva, donde el país a batir históricamente ha sido Venezuela.
La esgrimista Yesika Jiménez esta vez aparece como la carta brava de nuestra delegación.
La abanderada a su partida el pasado miércoles adujo que no promete nada, pero tratará de darlo todo en cada justa por traer una medalla.
Jiménez fue medalla de plata en los Juegos de Ambato 2001.
La otra esperanza de medalla para Panamá está centrada en el equipo de baloncesto, mismo que forma más de la tercera parte de nuestra representación.
Lo lamentable de este viaje fue la no participación del béisbol y softball, cosa que llevó a cancelar estas disciplinas en el evento.
La delegación deportiva la completan los nadadores Edgar Crespo y Jhonny Castillo y dos atletas de taekwondo.
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