Su nombre es sinónimo de velocidad. El estadounidense Justin Gatlin se convirtió ayer en el hombre más veloz del planeta después de ganar la prueba de 200 metros del Mundial en Helsinki, cuatro días después de haberse impuesto en los 100, en una prueba que terminó con un podio íntegramente norteamericano.
Gatlin, que quiere igualar lo que su compatriota Maurice Greene logró en Sevilla-1999, ganando en un mismo Mundial las pruebas de 100, 200 y 4x100, realizó un registro de 20.04; mientras que la plata y el bronce fueron para sus compatriotas Wallace Spearmon (20.20) y John Capel (20.31).
Para completar el dominio estadounidense, el cuarto puesto correspondió a Tyson Gay (20.34).
El estadounidense, de 23 años, que había ganado el bronce en los Juegos de Atenas 2004 en la distancia, respondió con estos dos títulos a las voces que hablaban de unas pruebas de velocidad descafeinadas con la ausencia por lesión del plusmarquista mundial de 100 metros, el jamaicano Asafa Powell.
Dotado de una zancada descomunal, Gatlin llegó en cabeza a la última recta y aflojó un poco el ritmo, pero con una suficiente ventaja para no ser inquietado por sus compatriotas, sacando 16 centésimas a Spearmon.
Al término de la carrera, los cuatro representantes estadounidenses formaron un círculo, como para desmentir problemas de cohabitación entre jóvenes y veteranos. A continuación, Gatlin dio una vuelta de honor envuelto en una bandera estadounidense, con una enseña finlandesa en la mano.
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