La Central fue el centro de compras por más de 70 años, en donde tanto extranjeros como nacionales, acudían para obtener desde la comida, ropa, joyas y todo artículo curioso que el visitante pudiera desear.

Con el transcurrir de los años, los comercios se fueron diversificando hacia otros lugares de la ciudad, y la avenida dejó de ser el lugar obligado para realizar compras, lo que dio paso a lo que hoy es La Peatonal.

El cambio provocó que muchos se quejaran, pero luego se fueron acostumbrando y ahora tiene otra cara. Esa se la han dado los vendedores ambulantes y allí puede conseguir sillas plásticas, ropa de los niños, joyería, caramelo o los cigarrillos, frutas, curiosidades, todo para celulares y alquiler de celulares, y esto es solamente una minúscula muestra de lo que allí se puede obtener.

Marta, una joven buhonera, madre soltera con dos hijos, contó que desde hace seis años que se dedica a este negocio, pero entiende que los tiempos cambian. "Ya este lugar no es el de antes, el negocio es malo y por eso me he visto en la necesidad de vender ensaladas de mango para recoger algo más", dijo Marta, mientras picaba el mango para la venta.

Una de las actividades que llama la atención es que algunos billeteros, además de vender billetes, aprovechan el tiempo para ofrecer al público juguetes, entre otros artículos, para hacer más dinero.

El colorido en sus tiendas y la diversidad de personas y negocios, es lo más atractivo de esta histórica avenida.

ARTISTAS
Muchos de los buhoneros confeccionan prendas, como collares y sortijas, y hacen arreglos para la suerte.