Los celulares sonaban incesantemente en los bolsillos y carteras, mientras que con el pasar de los minutos más personas llegaban a Las Garzas de Pacora tratando de averiguar si sus familiares eran parte de las víctimas de un accidente fatal.
La noche parecía tranquila, pero en cuestión de segundos, el caos se apoderó de la vía Panamericana cuando un camión tipo volquete, conducido por Carlos Iván Huertas, chocó a un auto Mitsubishi Nativa y a un bus de la ruta Las Garzas - La Doña.
Ambulancias iban y venían, mientras que las personas, que en su mayoría iban dormidas, esperaban por ayuda acostadas en el pavimento . Un silencio sepulcral se hacía eco en las latas retorcidas del bus que se convirtió en un cementerio por los cuerpos que quedaron entre los asientos.
Los paramédicos trataban de evitar que más gente muriera, pero el impacto fue fulminante, pues ni siquiera los conductores del autobús y del camión se dieron cuenta de que abandonaban este mundo en aquella noche oscura.
Las luces de las sirenas hacían más difícil la visibilidad de quienes acudieron en busca de la respuesta que no querían escuchar. Sólo ver los rostros de los que, con decepción y angustia, descubrían que sus allegados no estaban en la lista de heridos, causaba gran pesar.
Incluso, colegas periodistas que acudieron a cubrir la tragedia, se llevaron el amargo sabor de que algunas de las víctimas resultaron ser familiares.
"Él no ha llegado a la casa y no contesta su celular", eran las frases más comunes de los que veían cómo llevaban las bolsas negras donde fueron depositados los cuerpos que luego trasladaron a la Morgue Judicial.
Ya se acercaban las 6:00 a.m. y el sol empezaba a salir. Solo quedaba personal de la Policía, que recogía algunas evidencias. Poco a poco las personas se fueron alejando del lugar, unos fueron a dormir, mientras que otros, con el corazón destrozado, se marcharon aún sin aceptar la muerte de sus seres queridos.
PARA PENSAR
En menos de 10 días, 27 panameños han fallecido en accidentes relacionados con el transporte colectivo y selectivo. Primero fueron los del bus de Kuna Nega, donde fallecieron tres. Luego, a la salida del Corredor Sur, otros dos perdieron la vida al viajar en un "diablo rojo". Después una mujer falleció en un taxi y, finalmente, el accidente de Las Garzas marca la historia con 24 víctimas.
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