Cuando un programa de tradición regresa a las pantallas, este reencuentro con su audiencia tiene que ser divertido, bonito, emotivo, reviviendo momentos agradables y, sobre todas las cosas, bien hecho, bien producido, con buen contenido y que logre que uno diga ¡wow, qué bueno que regresaron!, pero estas características se le olvidaron al "staff" de producción de Stilos, de Medcom y muy en especial, a Mingthoy Giro, quien tenía la obligación con ella misma y con su audiencia- de regresar en grande y fue todo lo contrario.
¡Qué manera más mala de regresar! El problema inició desde su promoción, donde a ella la vendían como "polémica y controversial", cuando "ella" no lo es. Lo controversial y polémico fue su incursión como funcionaria, que ese es otro tema que no tiene nada que ver con su show. Que el departamento de mercadeo y promociones de Telemetro haya mezclado eso como estrategia promocional, no sólo es maldad, sino despertar pensamientos morbosos en la audiencia. ¡Cuidado!
A mí nunca me gustó el programa Stilos, pero siempre lo reconocí como un programa de tradición dominical por la cantidad de años al aire, no por su contenido. El nuevo Stilos ni es divertido ni está bien hecho ni sus conductores son buenos. Entre bromas de mal gusto, Freddy Solís quedó como el muerto de hambre del show. Judy Meana, cada intervención fue peor que la anterior. Mingthoy Giro nunca se supo si era la conductora titular del show o una más de la comparsa ni qué papel jugaba, porque todos interrumpían a todos.
Este nuevo Stilos no es ni remotamente cercano al anterior y ojo, reitero, no es que el anterior fuera bueno, pero le sobraba la variedad de la que este show de relanzamiento estuvo huérfano, excepto el tema folclórico, lo demás fue gacetillas, infomerciales y menciones patéticas de productos. Su set, muy bonito, pero pésimamente iluminado. Estuvo repleto de sombras inaceptables en un show grabado. Qué pena volver a las pantallas con un show tan pobre. Qué pena desaprovechar la oportunidad de regresar arrasando con "estilo" para habernos ofrecido un show igual o peor que 'A Gusto'. ¡Pena ajena!
¡Noche de campeones!
¡Unos campeones! Eso es lo que creo fue el equipo de producción de TVMax, el pasado sábado. Qué buena producción la que nos ofrecieron con el show "Noche de Campeones". Uniformidad en toda la producción gráfica. Buen audio desde el inicio. Buenos tiros de cámaras por una dirección correcta. Héctor Villarreal, Carlos William Otero y Jorge Amaya demostraron no sólo conocer de esta disciplina, sino profesionalismo a la hora de aparecer en cuadro y también cuando narraban los encuentros. La producción entregada no tuvo ni tiene nada que pedirle proporciones guardadas- a otros encuentros que recibimos vía satélite. ¡Qué buena entrega, qué buena producción!
Esto se los tengo que reconocer porque su producción del pasado Mundial de Fútbol fue pésima. Esto es como una reivindicación al evidente desastre que nos ofrecieron en su propuesta mundialista donde la producción de RPC los aniquiló. ¡Felicidades, así se hace!
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