Gracias a Dios no fue nada grave. Un traumatismo cervical que la obliga a usar un collarín y le produce dolores en la columna, fue responsable de que la venezolana Grisel Daly no pudiera terminar la competencia de Esgrima por el oro bolivariano en la final del sable femenino.
Daly confesó ayer que está "un poco dolorida y triste por no haber podido terminar el combate" que le enfrentó a su compatriota Alejandra Benítez, quien se adjudicó finalmente la presea dorada.
La esgrimista, que iba perdiendo 5-10 cuando los jueces declararon que no podía continuar luego de que sufriera un desvanecimiento en pleno combate, señaló que se enfureció mucho porque se "estaba recuperando bien" y tenía la certeza de remontar el resultado.
"Era una pelea muy fuerte y complicada con Benítez, somos amigas, pero allá arriba (de la tarima) eso no existe", acotó.
Daly sufrió el desvanecimiento, luego de que en el combate semifinal cayera de manera estrepitosa de espaldas desde la tarima, cuando intentaba protegerse de un ataque de la colombiana Diana Puentes, aunque se recuperó para quedarse con la victoria.
TRANQUILA
"Tengo que ver si puedo competir; de aquí al 19 quiero ver si estoy fresquita para poder volver", comentó.
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