Contagiados de felicidad. Una gran fiesta se vivió en la provincia de Colón, la tierra del campeón olímpico del salto largo, Irving Saladino, luego de que el panameño se colgara la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing.
Los más felices por este gran logro eran sus padres, Cristina Aranda de Saladino y David Saladino, quienes luego de sufrir un periodo de tensión y de extensas plegarias, derramaron lágrimas de felicidad por la hazaña de su vástago.
La celebración a lo grande en Colón no se hizo esperar, la música reggae invadió el ambiente de alegría y los predios de la residencia de los Saladino fue el punto clave para el inicio de una gran caravana del triunfo que circuló por las calles de Colón, al son de las troneras y el grito de "Saladino campeón".
COCLE
La emoción que vivieron los coclesanos en espera del triunfo de Saladino también se hizo evidente en esta provincia.
En la casa de la familia Ibarra, en Penonomé, no fue la excepción. Allí los niños se levantaron a las cinco de la mañana a esperar el turno de Saladino. Sufrieron los saltos que falló el campeón, pero saltaron de emoción cuando anunciaron que se bañó de oro.
LOS SANTOS
En Los Santos con mucha fe y sentimiento religioso, los interioranos rezaron al Dios todopoderoso por la victoria del panameño.
En la región de Santa Ana, de la provincia santeña, algunas personas se encontraban en sus casas orando en silencio para que todo saliera bien.
En la casa de una de las residentes del lugar, Beatriz Rodríguez, la algarabía era muy grande, personas mayores y algunos niños que no asistieron a clases, no se perdieron la gran actuación de Saladino.
PANAMA OESTE
Los residentes de La Chorrera, por su parte, nunca perdieron la fe de que su ídolo Irving Saladino lograría una medalla de oro para Panamá, como él lo había prometido.
Algunos negocios como la fonda "El Merendero" en el corregimiento de Guadalupe, en La Chorrera, también se prepararon para este gran evento, donde la gente se ubicó en su VIP, frente a un televisor, para apreciar la proeza del panameño.
Con gritos y aplausos los chorreranos en esta fonda celebraron el triunfo del panameño, que una vez más sacó la cara por su país.
CIUDAD CAPITAL
En la ciudad capital la celebración se hizo presente en diversos puntos, y al igual que en todo el país, momentos de angustias por conocer el resultado de la competencia se apoderaron de quienes apreciaban los saltos del colonense.
Pantallas gigantes ubicadas en puntos céntricos de la capital y algunos televisores colocados en la Terminal de Albrook, fueron los centros de atracción de los panameños que siguieron de cerca el gran salto de "El Canguro".
Muchos citadinos llegaron tarde a sus trabajos y hasta se dieron su escapadita para ver las históricas imágenes de "El Canguro" y su salto, pero no hubo regaños, pues los jefes también estaban pendientes del nuevo campeón olímpico.
FELICES POR LA DE ORO
Muy atentos estuvieron los padres de Saladino, cuando éste ejecutaba los saltos que le dieron a Panamá la primera medalla de oro olímpica.
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