• Primero, consiga una agenda e imponga un límite de tiempo para cada cosa que tenga que hacer.

• Si le cuesta calcular, tómese el tiempo, reloj en mano, de cuánto dura en el súper o en una reunión. Así se dará cuenta de que eso que considera es un ratito, en realidad es una hora.

• Aprenda a decir que "no": Si se compromete con mucha gente para una sola tarde o un sólo día, a alguien le va a quedar mal. Mejor haga pocas citas para que tenga margen de llegar a tiempo.

• Salga a tiempo: ¿Ha visto cómo la gente dice: "ya casi me voy, sólo me falta esto", y se devuelven a cada rato porque olvidaron algo? Eso es un mecanismo de defensa. Según los expertos, esas personas quieren evadir el compromiso "atrasándose" solas.

Si se disciplina, alista todo y sale, aunque haya dejado el paraguas o los aretes, verá qué montón de tiempo se ahorra. Empiece poco a poco a aplicar estos consejos, y le aseguro que nunca llegará tarde.