Aunque es poco lo que se dice de esa histórica estructura, sus paredes y pasillos guardan mucha historia. Se trata del Instituto Conmemorativo Gorgas, ubicado en la avenida Justo Arosemena, frente al edificio Hatillo, y que un día como mañana, pero en el año 1928, abrió sus puertas para el estudio de la malaria y enfermedades relacionadas con parásitos.
De acuerdo con Jorge Motta, director general del Instituto Conmemorativo Gorgas, este centro de investigación recibió el nombre en honor a William Gorgas, un médico norteamericano que hizo grandes esfuerzos para reducir el impacto de las enfermedades tropicales en Panamá y Colón y en otros puntos de Latinoamérica.
Dijo que fue el presidente Belisario Porras y un grupo de amigos de Gorgas quienes acordaron colocar su nombre a un Instituto de Medicina Tropical y de Salud Pública, para que su nombre perdurara, luego de su fallecimiento en 1920.
Panamá, entonces, entregó para tal fin el edificio que iba a ser su primera escuela de medicina.
El galeno recordó que este instituto empezó a funcionar con dos personas, pero posteriormente atrajo a muchos científicos extranjeros.
Enfatizó que, actualmente, este instituto es reconocido como el laboratorio de referencia de SIDA para Centroamérica,
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