De forma súbita, el poderoso río Fonseca creció y sus aguas arrastraron todo a su paso. Las comunidades cercanas al corregimiento de Soloy, distrito comarcal de Besikó, fueron las más afectadas.
Durante la tarde del miércoles, Norma Palacios estaba, como de costumbre, en su casa, ubicada en la barriada 19 de Abril, y en cuestión de minutos el agua empezó a correr por la casa, contó.
Ella tiene una hija discapacitada y junto a su otra hija, la menor, la tuvo que cargar, y con la ayuda de su esposo se subieron a un árbol hasta que la corriente bajó horas después. El único puente colgante que comunica al caserío con el resto del pueblo, también fue arrastrado.
El panorama es devastador. Hasta la tarde de ayer se habían contabilizado 26 viviendas destruidas y otras 60 afectadas.
Pero lo peor es que las niñas Rosa Saavedra, de 3 años, y Luz Marina, de 5, se ahogaron, ya recuperaron sus cuerpos. Otras 6 personas se reportaron como desaparecidas.
El Sistema Nacional de Protección Civil, los Bomberos y la Policía evacuaron cerca de 300 personas de diferentes comunidades cercanas al IPT de Soloy.
PERDIDAS MATERIALES
Otros cinco puentes colgantes fueron arrasados por la corriente, y en la comunidad Boca de Remedio no se sabía mucho de sus moradores, a pesar de los sobrevuelos que se hacían.
Para Rosinio Montezuma, esto fue impactante, nunca había ocurrido. Él vive con su familia en Nueva Generación de Soloy, de donde tuvo que salir hacia un cerro para salvarse.
En sectores donde había áreas verdes, ahora solo quedaron árboles y la gente se quedó sin nada.
Plinio Bejerano Ríos, de 35 años, un reconocido guía turístico y dirigente comunitario, está dentro del grupo de los desaparecidos. Sus familiares creen lo peor y se negaban a salir del área, sin tomar en cuenta que el río seguía crecido.
ALOJADOS
El Instituto Profesional y Técnico Joaquina H. de Torrijos, es el albergue de los afectados.
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