¿Saben qué? Britney Spears le hizo una buena broma a los paparazzis que la siguen día y noche a la espera de que tenga a su segundo hijo.
Como leen, la cantante ingresó el jueves al St. Johns Medical Center en Los Ángeles, y muchos pensaron que la hora del nacimiento de su pequeña había llegado. Sin embargo, la artista salió por la parte trasera de la clínica y se fue a comer unos burritos al Taco Bell. Decenas de paparazzis se quedaron aguardando la salida de la artista durante toda la noche. ¡Ja, ja! ¡Buena esa!
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