El esposo de Rossemy le dejó rosas. (Foto: Yodalis Bethancourt / EPASA)
Yodalis Bethancourt
| Panamá Oeste, DIAaDIA
Con una serenata que estremeció a todos los presentes, familiares y compañeros despidieron a Rossemy Quintero de Chávez, de 25 años, ayer durante el sepelio en el campo santo Los Guayacanes en La Chorrera.
Ella murió el pasado lunes, cuando un bus de Ciudad del Futuro colisionó con cuatro carros. En uno de esos iba ella con su pequeña hija, que se salvó. El accidente fue cerca del Puente de Las Américas.
Su féretro blanco era cargado por su esposo, familiares y amigos que lloraban la repentina partida de esta joven mujer, cuya hija crecerá sin su abrigo.
"Gracias, Dios mío, por darme una maravillosa esposa y una hija", dijo su esposo ahogado en llanto, al intentar decir unas palabras frente a su féretro que no paraba de mirar con intensa nostalgia.
"Te amo, Rossemy, mi amor, voy a cuidar a nuestra hija", seguía diciendo el viudo quien en un gesto muy especial le llevó una serenata a su amada a su última morada. Era Las Mañanitas, pero nunca antes se oyó tan triste.
Lentamente su cuerpo era cubierto por las paladas de tierra que él mismo depositaba sobre su tumba, desgarrado por el dolor de tener que separarse de su amada Rossemy. "Adiós, mi amor", dijo al darle su último adiós.
Pasaban los minutos después de concluida la ceremonia y el esposo de Rossemy permanecía parado junto a la fosa de su compañera, con quien pensó pasar el resto de su vida.
SOLIDARIOS
La capilla estaba repleta de familiares, amigos y compañeros de la pareja, quienes trataban de darle aliento al esposo de Rossemy.