En tierras pinoleras. Son varios los futbolistas panameños que se encuentran fuera de las fronteras, demostrando el buen nivel de exportación que proyecta Panamá en el aspecto futbolístico.
Uno de ellos es Álvaro Salazar, quien llegó en enero de este año al fútbol de la primera División de Nicaragua.
Salazar forma parte del onceno Xilotepelt, donde ha demostrado su calidad, al marcar ocho goles en la temporada pasada, y en lo que va de la actual se mantiene con tres dianas en las siete fechas disputadas.
Sin embargo, la estadía en el país 'pinolero' no ha sido fácil.
"Ha sido muy difícil estar lejos de mis familiares, ya que mi esposa y mi hija se encuentran en Panamá y los extraño mucho", dijo el jugador vía telefónica a Día a Día, enfatizando que todo es un sacrificio para crecer como futbolista.
"Ellos (sus familiares) saben que esto es un sacrificio para lograr grandes cosas y para brincar a un mejor fútbol", mencionó el colonense, quien formó parte de la Selección de Panamá que fue al Mundial sub-20 de Holanda 2005.
Pero no todo es fútbol, el delantero señaló que se divierte con sus compañeros.
"Acá, me llevo muy bien con mis compañeros y en ocasiones les corto el cabello, pues aprendí desde muy temprana edad esto, gracias a mi padre".
El joven oriundo de Colón extraña además la comida de su natal tierra, pero sigue firme para lograr su sueño.
"Aquí se come mucho 'gallo pinto' y carne asada, me gustaría comer una "dominguera" como le dicen en Colón a las comidas que se preparan los domingos. Un arroz con coco o arroz con guandú", destacó el jugador, entre carcajadas.
ADMIRADO
Salazar es considerado por Martín Mena, técnico del equipo de Xilotepelt, como uno de los mejores extranjeros de la liga.
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