Tesón. "No me voy a dejar y seguiré adelante", dijo Doris Rojas, una joven a la que la vida le cambió de repente.
Ella era una mujer trabajadora que gozaba de buena salud hasta hace 12 años, cuando un fibroma comenzó a crecer en su útero. El absceso aumentaba cada vez más y junto a él se incrementaban los dolores que no la dejaban realizar sus actividades diarias, por lo que tuvo que dejar laborar. Hace año y medio, Doris estaba en la cama de su casa, ubicada en el sector 4 de Samaria, y cuando intentó levantarse, cayó de rodillas. Estuvo postrada a una silla de ruedas por varios meses. Por ello, se autoestima y ganas de vivir fueron decayendo, relató su madre, la señora Teodora Rodríguez.
"Estuvo más allá que acá", confesó Teodora, quien aseguró que fueron los miembros de una iglesia cristiana los que lograron que Doris se levantara. Desde ese momento, no puede caminar bajo sus propios medios, sino a través de una andadera.
Para que su vida sea menos tortuosa, el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) le ofreció material de construcción para arreglar un piso de la vivienda, un colchón y una puerta. Esto, como parte del programa de Redes Territoriales, en el que se ayuda a discapacitados.
SUEÑO
Ella quiere recuperarse rápido para trabajar y ahorrar para arreglar su humilde casa.
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