"Paren el elevador en el cuarto piso", grita un trabajador de mantenimiento del hospital Manuel Amador Guerrero, en momentos en que lo está utilizando para trasladarse al piso más alto, porque el deterioro de este equipo impide que se estacione solo.
Los elevadores siguen en malas condiciones, y para trasladar a los pacientes y bajar a los muertos, han tenido que hasta utilizar las escaleras.
Los servicios sanitarios se desbordan o no baja la cadena, por lo que tienen desagradables olores; además, no cuentan con las medicinas y otras necesidades.
Tampoco hay lo más esencial para la limpieza de los pisos ni los insumos, como agujas, gasas, algodones, alcohol, entre otros. Para colmo, las ambulancias no sirven.
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