Una pequeña caminata por el lugar fue suficiente para observar lo alto que están los herbazales, que ya que tapan los jardínes.

Otras de las situaciones alarmantes son la hediondez a orine, la suciedad y una ventana rota que tiene uno de los gazebos.

La pestilencia provenía de la entrada de los baños, donde había un charco de agua con un color amarillo; además de una tina llena de heces y papel higiénico.

Por si fuera poco, la fuente, una de las mayores atracciones para los visitantes, no funciona, por lo que está llena de basura y limo.

El subdirector de Legal y Justicia de la Alcaldía de Panamá, Ameth Cercerño Burbano, dijo que no podía hablar del estado en que se encuentra la Cinta Costera.

Manifestó que se reunieron con artesanos kunas, a los que les explicaron que debían tramitar un permiso para poder vender en el sitio.

Aclaró que empezarán a realizar operativos sorpresa, ya que no se permitirá comerciantes informales ni a los vendedores de carnes y chorizos, porque los fogones dañan la grama.

COMPROMISO
La Alcaldía sólo brinda apoyo de limpieza y seguridad en la Cinta Costera.