En reversa. Así se encuentra la Mesa del Diálogo por la Ley 30, pues ni los trabajadores ni los empresarios ceden un ápice en sus posiciones para que haya consenso.
Ni la reunión que tuvieron ayer los sindicalistas con el arzobispo metropolitano, monseñor José Domingo Ulloa, hizo posible que el diálogo se diera. En tanto, los obreros manifestaron que seguirán en la mesa, exigiendo la derogación de la Ley 30.
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