¡Qué pena! A pesar de que Taylor Swift no movió ni un solo músculo cuando Kanye West le arrebató el micrófono durante los premios MTV, la chica lloró desconsoladamente durante los comerciales de la gala, mientras su familia la calmaba.
A tan solo unos minutos de su presentación, Taylor recibió abrazos y frases de ánimo, debido a que la rubia "no sabía qué hacer" después de los bochornosos actos que provocó el rapero.
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