Para llevar algo de dinero a su hogar, Jorge Morales, conductor de taxi, trabaja todo el día, pero a pesar del gran esfuerzo que realiza, siente que las ganancias son pocas.

Morales manifestó que al final de la jornada, cuando le toca llenar el tanque y sacar la cuenta, al dueño del carro no le queda casi nada y todo por el alto costo de la gasolina.

El transportista dice que, según ha escuchado, el precio del barril de petróleo bajó, pero él aún compra el galón de gasolina a precios muy altos.

Para comprobar la situación que aqueja a los taxistas, DIAaDIA realizó un recorrido por distintas estaciones de expendio de combustible por el área de Tocumen y los precios estaban en B/. 3.89 el diésel, B/. 3.99 la de 91 octanos y B/. 4.05 la de 95 octanos, en promedio.

Lo más extraño es que en el centro de la ciudad, los precios estaban un poco más altos; por ejemplo, había bombas de gasolina donde la tenían en B/. 4.05 la de 91; B/. 4.25 la de 95, y el diésel en B/. 3.95.

El taxista no se explica el porqué de la diferencia de precios y, sobre todo, por qué no bajó.

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