Fuertes ruidos y vibraciones invaden la paz y tranquilidad de los residentes del Multifamiliar Marañón 3, de la Avenida B, a causa de los bares y cantinas del área.
Los moradores solicitan a las autoridades y a los dueños del bar - restaurante que está en la planta baja, que adecúen sus instalaciones para evitar el excesivo ruido.
Puesto que es un local, es abierto y no tiene ni puertas ni ventanas para amortiguar los escándalos que se extienden hasta la madrugada.
Según el morador Pablo Quintero Reyes, el pasado julio, el Centro de Salud de Santa Ana solicitó al propietario que realizara los correctivos y éste estuvo de acuerdo, porque los decibeles son superiores a los permitidos; pero a la fecha, no lo ha hecho.
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