Lo que sucede es que estoy perdidamente enamorada de un hombre, que te lo podría definir como el chico más maravilloso del mundo, pues a su lado he encontrado todo lo que necesito: comprensión, alegrías, abrigo, comunicación y muchísimas cosas más, que no te digo, porque sería muy larga la lista.

Ayer me sucedió algo muy triste, pues ese hombre a quien amo, no es sólo mío como yo quisiera, y aunque él me ha dicho en repetidas ocasiones que así es, muy en el fondo de mi corazón y a la luz de todos, no es cierto.

Ese hombre es unido y aunque estoy segura de que me ama y que sólo está al lado de su compañera por sus dos hijos, a veces me cuesta entender lo que me dice. No es que no le crea, sino que siento que todavía no está convencido de lo que quiere y mientras se decide me está destruyendo el alma.

Me gustaría escuchar de sus labios diré esto y haré lo otro, sin tener que escuchar que me pregunte ¿crees que debo hacer esto o lo otro? No le he pedido nada, sólo que esté seguro de lo que quiere, pues yo sí lo estoy, pero jamás entiende nada cuando se lo explico.

Lo único que te puedo decir es que ahora que me he sentido tan mal y que he descubierto que voy a sufrir demasiado con sus indecisiones, he pensado que debo tomar una decisión, pues él nunca lo hará.

Dame un consejo por favor.

TOMA UNA DECISION
Hola, me alegro que me hayas escrito, sobre todo porque en tus líneas puedo sentir la tristeza que invade tu alma y así nadie puede ser feliz.

Me parece que es cierto lo que dices, nadie puede seguir al lado de una persona que no tiene decisiones propias y que duda de los pasos que quiere dar. Ten presente que cuando uno ama de verdad, es capaz de cualquier cosa, y si algo lo une a esa relación más que sus hijos, debes pedirle que te diga la verdad.

Si él se va del lado de sus hijos no significa que no los quiere ni que los dejará de atender. Recuerda que el amor por los hijos no es lo mismo que el amor de hombres y mujeres. Si él no es capaz de definir esos sentimientos y decidirse a tiempo, te diré que es mejor que guindes los guantes y sigas tu camino. ¡Suerte!