Las lágrimas brotaban a cántaros del rostro de Victoria Olmedo, una humilde madre soltera residente en Torrijos Carter, que se "las ve a gatas" para alimentar a sus dos hijos.
Pero lo que más le atormenta es que está desempleada y no tiene los recursos para sufragar los costosos tratamientos de su pequeña hija Sandra Villamil, de 8 años de edad, que sufre las consecuencias de un infarto cerebral que le impide movilizarse y jugar como toda niña de su edad.
TRISTEZA
Victoria explicó que el pasado 31 de agosto llevó a la niña a su cita periódica en el Hospital del Niño, ya que sufre de anemia falciforme y, repentinamente, se desmayó, iniciándose así esta horrible pesadilla, la cual asegura "no la deja vivir en paz". Ahora le preocupa que las constantes transfusiones de sangre que le permitirán seguir viviendo a Sandrita, cuestan B/. 100 mensuales y no cuenta con ellos.
El Juzgado de la Niñez le informó que en vista de no tener trabajo, ni un lugar adecuado para vivir, procederán a quitarle la niña para que la madre de Victoria, en La Chorrera, la tenga. "Eso me partiría el alma, mi madre tiene dos hijos".
La niña se la pasa postrada en la única cama que hay en el único cuarto, su vida pende de un hilo y necesita la ayuda de los panameños.
NECESIDADES
No tienen luz. Solicita un trabajo para que no le quiten a sus hijos y desea que el MIVI le ayude a construir su casita.
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