Ha escalado muchos peldaños. Xiomara Denis Escudero recuerda que ingresó el 19 de abril de 1979, a las capacitaciones que se ofrecían en las Industrias de Buena Voluntad.
Posteriormente, tuvo la oportunidad de trabajar en el taller de trapos, donde se cortaban los retazos para venderlos.
Pero las oportunidades seguían creciendo, ya que también laboró en el departamento de costura, mensajería, fue secretaria y, finalmente, en el almacén donde se distribuye la mercancía que se procesa en Industrias de Buena Voluntad. Ayer, las Industrias de Buena Voluntad, en Los Andes Nº 2, en San Miguelito, cumplió 36 años de servicio a la comunidad.
Sheila Sánchez, directora ejecutiva de las Industrias de Buena Voluntad, expresó que esta organización abrió sus puertas con sólo seis estudiantes. Sin embargo, hoy día se atiende a más de mil personas anualmente en los distintos cursos de capacitación.
Sánchez manifestó que uno de los logros que han alcanzado es la confiabilidad en el sector empresarial, en el proceso de integración laboral de las personas con discapacidad; además de la confianza de los padres que traen a sus hijos, con la esperanza de que puedan incorporarse al mercado laboral.
ESPERANZA
Aspiran a que en diciembre, la Fundación para el Trabajo los acredite como un centro de competencias laborales.
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