Todo empezó la mañana del lunes, cuando la estudiante salió de recibir sus clases y se disponía a subirse a su auto, cuando fue llevada a la fuerza con rumbo desconocido.

Mientras la angustia se apoderaba de la familia de la jovencita, la División de Antisecuestro de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), intentaba seguirle la pista a los secuestradores, que pidieron un rescate de medio millón de dólares.

Según el subcomisionado Javier Carrillo, luego de una negociación entre familia y secuestradores, la cifra fue bajada a 40 mil dólares y aunque el martes se entregó parte del dinero, éstos no la dejaron en libertad. Sin embargo, la fiesta les duró poco, pues la noche del jueves, mientras los malhechores libaban, felices de la vida, en una vivienda de la barriada San Antonio en San Miguelito, cuatro hombres y una mujer fueron sorprendidos por la DIJ.

En el lugar se encontraron 700 dólares en efectivo que se presume sea parte del pago del rescate.

Al parecer, la víctima fue escondida en el área de El Naranjal, en Rana de Oro de Pedregal.

Se conoció que la estudiante reside en Condado del Rey, su madre es panameña y su padrastro colombiano. Ellos tienen una empresa de camiones volquete.

A LA CARCEL
Por el delito de secuestro pueden pasar hasta 15 años en prisión.