Los niños son naturalmente curiosos. Les encanta escuchar historias sobre sí mismos. También les encanta descubrir las respuestas a todas sus preguntas. Preguntas como, "¿Quién soy? ¿Cuál es mi papel en este mundo"? Sus cuestionamientos empiezan cuando todavía son muy chicos (antes de los cinco años).
LA IMPORTANCIA DE COMPARTIR LA HISTORIA DE SU FAMILIA
¡Antes que nada, comparta historias que sean divertidas! En segundo lugar, a través de estas historias los niños entienden la historia de su familia. Contarles sobre la historia de su familia los hace sentirse partícipes de una historia colectiva y les ayuda a desarrollar un autoestima saludable. En tercer lugar, los adultos sienten la satisfacción de invitar a los niños a las raíces y cultura de su familia.
Si usted no habla acerca de la historia de su familia, la oportunidad de establecer esta conexión con la historia se pierde. El niño se queda con la ansiedad de no saber quién es él o ella. El niño puede crecer adoptando lo que ve en otros niños en vez de tener su propia identidad. Cuando esto sucede, los padres se sorprenden y dicen con frecuencia, "¡Pero nosotros no te criamos así!"
Además de hablar sobre la historia de su familia, es importante contarle al niño sobre su infancia. Proporciónele detalles sobre su vida. Le recuerda a su niño lo importante que es, incluso cuando era pequeño. Estas historias también pueden ser contadas desde el punto de vista del adulto - cómo el niño hizo que el adulto se sintiera bien cuando él o ella era un bebé.
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