Aparte de la boleta de protección existen 13 medidas legales en casos de violencia doméstica. (Foto: Alexander Santamaría / EPASA)
Zulay Flores
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Triste realidad. En una esquina de urgencias del Hospital Santo Tomás, Esther María Espinosa, se quejaba de los dolores en su cabeza y brazos.
"Cogió un palo grueso con clavos y me pegó", afirmó en medio del dolor. Al referirse a los golpes que le dio su compañero sentimental. Al lado de ella, con una mirada perpleja, pero con un imborrable brillo, se encontraba Patricia, su hija de cuatro años.
Esther dice que tiene 18 años con su marido y le pega cada vez que toma. Cuenta que tenía tiempo que no le pegaba, ya que había dejado de libar. En esta ocasión, él le quitó todo lo que tenía en su cuarto, pues no tiene casa. Ella es damnificada del incendio del Triángulo en Curundú. Por si fuera poco, su agresor la amenazó con llevarse a la niña, pero ella no lo ha denunciado.
TRIPLICADOS
El año pasado se atendieron 345 casos de violencia doméstica en el Centro de Orientación y Atención Integral (COAI) del Ministerio de Desarrollo Social. De éstos, 267 corresponden a casos de violencia hacia la mujer, el resto corresponde a casos de hombre. En el 2007, se han registrado 1, 133 denuncias, 905 casos son de maltrato hacia la mujer y el resto corresponde a hombres.
LOS NIÑOS SON LOS MAS AFECTADOS
El panorama de violencia con que crecen muchos niños en Panamá es alarmante.
Según Nuvia Barrios, técnica de la Dirección Nacional de la Mujer (MIDES), todos los niños que han estado presenciando actos de violencia familiar están expuestos a secuelas perdurables.
Esto influye en el desarrollo físico, emocional, social, psicológico e intelectual de los menores.
La historia de Esther y su hija Patricia ilustra el caso de muchas familias que viven el ciclo de la violencia.
ESPECIALISTA
Para el psicólogo Abigaíl Velásquez, las repercusiones están sujetas a la edad del niño. Entre las consecuencias mencionó el miedo, la ansiedad, trastornos del sueño, bajo rendimiento académico, aislamiento, enuresis (cuando los niños tienden a orinarse en la cama) y se resisten a asistir a clases.
Afirma que cuando se trata de adolescentes las consecuencias son más trágicas. Mecanismos de escape como el alcoholismo, pandillerismo, desviaciones psicosexuales y las drogas son algunos de los que utilizan para liberar sus angustias.
Esta semana hubo otra mujer asesinada a consecuencia de violencia doméstica.
DENUNCIE
Los números a los que pueden llamar son 800-0014 ó 147