Desde niña le gustaba estar rodeada de niñas. Así empieza la historia de la maestra Betzaida Zeballos de López, quien labora actualmente en la escuela Centro Básico General República de Chile.
Tiene 29 años de ser educadora y le faltan 3 para jubilarse.
"Sé que cuando me jubile voy a extrañar mi trabajo, porque uno se acostumbra a pensar en cualquier lugar cómo puede mejorar la clase", dijo Betzaida.
Recordó que su padre le decía que se parecía a Don Bosco, porque siempre estaba rodeada de niños.
EXPERIENCIA
Ella es oriunda de la isla de Taboga y estudió en el Instituto Rubiano, que antes funcionaba como una normal.
Cuando fue nombrada, para su sorpresa le tocó ir a la escuela primaria de Taboga y darle clase a estudiantes de segundo grado.
HASTA EN LA CASA
Pero el trabajo de la educadora no sólo es en la escuela, sino que cuando regresa a su casa lleva cuadernos y ejercicios para revisar.
"Cuando mi único hijo era pequeño, siempre me veía llena de cuadernos y me ayudaba. Él me pedía ayuda y yo le enseñé a estudiar solo", relató.
CONSEJO
A su juicio, los maestros tienen un papel fundamental en la enseñanza de los alumnos, pero los padres son quienes le dan la mayor cantidad de enseñanza.
Actualmente, atiende a los estudiantes de segundo grado y ya se están preparando para arreglar el salón con adornos alusivos a la patria.
Todas las semanas sus alumnos tienen una guía semanal que tienen que desarrollar.
Desde 1990, ha trabajado en la escuela República de Chile.
ORGULLOSA
Reconoció que tiene excelentes alumnos, que se destacan en materias como: Matemáticas y Español. |