Las escobas empezaron a pasar por los pisos, desde las 9 de la mañana. Eso por un lado; por el otro, los muchachos junto a los funcionarios recogían todo tipo de desperdicios que estaban en las áreas verdes.

Otros tomaron la "güira" para cortar la maleza de los alrededores.

Felipe Taborda, miembro de la Fundación, está convencido que esta ayuda desinteresada y sin costo alguno, Dios se las retribuye en bendiciones. Manifestó que su fundación, ubicada en Calzada Larga, Chilibre, se dedica a rehabilitar a personas con problemas de drogas y conducta.