De acuerdo con Jahaira, hermana de Jaime Ortega, quien falleció la semana pasada por un impacto de bala que le propinó un agente de seguridad que custodiaba la planta de cemento Cemex, ubicada en el sector, esta protesta obedeció a que el abogado de la empresa Seguridad Unida declaró que su hermano era un delincuente. No obstante, aclaró que si su hermano transportista no tuviera una buena reputación, entonces nadie hubiera respaldado esta manifestación. Agregó que el día del sepelio estuvo lleno, y las muestras de condolencias demostraron que su hermano era muy apreciado por su solidaridad con aquél que lo necesitaba, especialmente con los niños, a los que ayudaba con sus estudios.

Los hermanos de la víctima solicitaron que los agentes de seguridad de la planta sean de la misma comunidad.

Salvador Berrío, gerente de Cemex, manifestó que están dispuestos a colaborar con las investigaciones y se comprometió a que sea lo más rápido posible. Los familiares esperan que la empresa pueda becar a los cuatro hijos que dejó Jaime Ortega.