Kevin (dentro del círculo), posaba feliz para la foto. (Foto: Alexander Santamaría / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Pagó con su vida un error que no cometió. Kevin Ovalle, de 8 años, se convirtió en otra víctima, producto de la violencia que se vive en Panamá.
"Era un niño muy activo, le gustaba ir a la playa, jugar fútbol y ayudaba en todo lo que podía a Marielena, su madre", dijo en medio de la tristeza una de sus vecinas, que prefirió reservarse el nombre.
LOS HECHOS
Todo se dio a las 9:50 p.m. cuando Kevin se encontraba jugando afuera de su casa, ubicada en calle 4ª San Felipe, con sus amiguitos. Cuenta su vecina, que ella estaba afuera del inmueble 746 con otras personas jugando barajas, cuando terminaron y Kevin les ayudó a meter las sillas "yo pensé que él se había quedado jugando con mi hija cuando empezó la balacera, pero no fue así, él había bajado nuevamente".
NO RESISTIO
Al momento del impacto en el tórax, Kevin trató de subir las escaleras para llegar a su casa, pero no pudo, pues el dolor era más grande que sus fuerzas, él volvió a bajar y cayó con los brazos extendidos.
Fue entonces cuando al darse cuenta del hecho, sus familiares lo trasladaron al Hospital del Niño, donde falleció.
Según la Policía Nacional, informes preliminares revelan que el incidente se dio por rencillas entre bandas, pues se pretendía acabar con la vida de un familiar del niño.
Los sospechosos fueron identificados con los apodos de "Tata", "Ramirito", "Brayan" y "Jesucito", quienes son residentes de un viejo caserón del sector de Ciudad de Dios de Catedral, corregimiento de San Felipe.
RESPONSABLE
La madre del menor que le disparó accidentalmente al niño, lo entregó ayer a las autoridades.