Juan Rodríguez, uno de los coordinadores del festival, dijo que la festividad fue un éxito, porque como es tradición se realizan eventos netamente folclóricos.

La vaca fue llevada al tradicional parque de Antón, en donde se le amarró para encutarrarla, pero esto no fue fácil para los vaqueros.

Una vez amarrada la vaca, los ganaderos y visitantes le colocaron la cutarra y esta salió caminando asustada con una soga en el cuello en medio de la gente que gritaba asustada y emocionada.

Los bailes folclóricos también fueron la atracción de los visitantes y lugareños, sin embargo se hizo una gran fila para recibir gratis el único guacho antonero que se caracteriza en cualquier actividad folclórica de ese lugar.

TRADICION
El concurso de habilidades domésticas no se pudo pasar por alto, ya que es muy esperado por los turistas.