Enrique Jaramillo Levi escribe a diario desde que tenía 16 años. A esa edad, creó sus primeros mundos imaginarios y los plasmó en la novela "Más fuerte que el pecado", la cual publicó gracias a que él mismo salió a buscar los anuncios publicitarios que se atrevió a colocar en las últimas páginas, y con los que pagó la impresión de la obra.
Así ha sido su vida, afanado por publicar lo suyo y lo ajeno, buscando fondos debajo de las piedras.
Pero de todos los premios que ha recibido por sus desvelos literarios, el que se le negaba siempre era el Miró. En el 64, obtuvo una mención honorífica por los cuentos del libro "Catalepsia", y al año siguiente otra por una obra de teatro: "La cápsula de cianuro".
Después de entonces, nada. Jaramillo Levi se quedó esperando. Hasta la noche del miércoles, cuarenta años y muchas lágrimas, después.
CONSTANCIA
Participó no menos de doce veces en el Concurso Literario Ricardo Miró, siempre con un libro nuevo, ya sea de cuento o de poesía. "Escribo casi a diario", señala.
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