Carlos Cruz, coordinador del proyecto en provincias centrales, explicó que las clases se dictan a niños de 10 a 17 años.

El programa inició en agosto del 2005 en el área de Cañazas de Veraguas, pero no tuvo respaldo, por lo que se trasladó al centro de Casa Esperanza en El Roble.

La intención es que los niños y jóvenes logren en corto plazo culminar su educación primaria, por lo que le dan seguimiento hasta en los hogares.

TESTIMONIOS
Jayson José Villarreal, quien vive en El Roble, tiene 14 años y estudia el sexto grado en Casa Esperanza.

Cuenta que comenzó este verano a trabajar en los sembradíos de melón de Mangote y, cuando estaba allí, uno de sus amigos le comentó sobre el programa de educación avanzada.

Recuerda que eran unos 30 niños que trabajaban en la zafra del melón, pero solo su amigo y él ingresaron.

"Quiero ser alguien en la vida", es el deseo de Jayson, quien desea estudiar arquitectura. También relató que trabajaba porque le gusta adquirir las cosas por sí mismo, a pesar que tiene a sus dos padres que lo apoyan y a cuatro hermanos.

Igualmente, Narciso Lima, a los 10 años, aprendió a leer y escribir cuando ingresó a Casa Esperanza hace cuatro años, proveniente de las Guías de Calobre, donde vive junto a sus padres y cuatro hermanos.

Explicó que estuvo en la escuela de las Guías, pero no aprendió ni a leer ni escribir hasta ahora, por lo que quiere seguir estudiando.

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