En un inicio sus caras se notaban tensas, pero a medida que las canciones iban calando en los corazones, sus semblantes iban cambiando a rostros más relajados.

El momento más emotivo fue cuando dos líderes de estas agrupaciones, Arafath y Marvin, decidieron hacer el pacto de paz.

Marvin dijo que no iba a hablar bonito, sino claro. Explicó que cuando cayó en prisión, ellos todavía eran amigos. Señaló que esta alianza no es para agradar a hombres, sino a Dios.

Por su parte, Arafath sentenció que ya estaba "cabreado" de vivir así, sobre todo porque en estas guerras siempre moría el más inocente.

Como un acto de reconciliación encendieron unas velas que simbolizaban la paz en el cirio pascual, símbolo católico de resurrección, el cual tenía la imagen amable de Cristo. Después se dieron la mano, y por su propia voluntad, decidieron ir en marcha por las calles del Casco Antiguo, para mostrar la felicidad que brinda el poder perdonar. Por su parte, los vecinos miraban curiosos en los balcones cómo la paz también puede caminar por San Felipe.