Al acecho de los delincuentes. Carlos Ortega, de 60 años, estaba de turno en el proyecto Mirador del Bosque, en Cabra, cuando a eso de las 9:20 p.m. fue sorprendido por los maleantes que arremetieron contra él para robarle el arma, un rifle calibre 22. Murió en el lugar.
Así como este humilde guardia de seguridad, este año otros 17 han perdido la vida en situaciones similares. A todos les fueron a robar sus armas. El año pasado fallecieron 23.
Aníbal González, de la Unión Nacional de Trabajadores de Agencias de Seguridad, pide que regulen el oficio, los doten de chalecos antibalas y gocen de seguro de vida.
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