Moza, yo era feliz hasta el año pasado cuando mi esposa trajo a su hermana a vivir con nosotros. Ellas se llevan dos años y siempre se han tratado bien y eso me alegra por una parte, pero me preocupa por otra.

Ese no es el problema, sino que una vez instalada en mi casa, vi que es una mujer muy guapa y que tiene más virtudes que su hermana, o sea, mi esposa. Ella es tan atenta conmigo que me sirve la comida, me lava la ropa y hasta me arregla la habitación.

Moza, eso me tiene loco porque mi corazón la está comenzando a querer por sus buenas intenciones conmigo. Lo peor del asunto es que ella ha comenzado a coquetearme y eso me gusta, porque sé que en mi interior la quiero.

Señora, sé que esto suena raro y está mal, pero yo no mando en mi corazón.

¿Qué puedo hacer para que esto no se me salga de las manos?

Hasta pronto, Martha

NO TE INVOLUCRES MAS
Hola, me alegra mucho que me hayas escrito porque siento que estás cometiendo un error grandísimo. No me parece que tú y esa chica estén sientiendo algo y que tu esposa esté en medio de los dos, sin que ninguno la tome en cuenta. Es horrible, deseo preguntarte si te has puesto en el lugar de tu esposa. Sólo quiero que te imagines qué sucedería si el afectado fueras tú, ¿te gustaría que tu hermano te hiciera algo similar y con tu esposa? Me imagino que tu respuesta es no. Entonces, no le hagas a nadie lo que no deseas que te hagan a ti.

Lo de ustedes es una sinvergüenzura, ambos pueden enamorarse de otras personas, por eso te recomiendo que hables con esa chica y le digas que tiene que irse de la casa. Explícale que no puedes serle infiel a tu esposa con ella y que no olvide que esa mujer es su hermana. Si no se va, entonces sé un varoncito y no te aproveches de sus virtudes y menos de que tu esposa confía en ti y en ella. ¡Analiza lo que te digo! ¡Suerte!