Esta cárcel fue construida para un máximo de 175 detenidos; sin embargo, hoy existen 468 detenidos allí.

La madre de uno de los reos dijo que existen días específicos para las visitas, que duran 10 minutos y a las que se puede llevar comida y entregar medicamentos, aunque para lo último se debe cumplir con requisitos.

El sonido de un silbato avisa a los familiares que el tiempo ha terminado y deben salir para dar paso a otro grupo, que ha permanecido expuesto al sol o bajo el techo de un pequeño comercio.

RESTRICCIONES
Según los familiares, no se puede llevar agua en botellas de plástico o vidrio, las sopas chinas son quebradas y vaciadas en bolsas plásticas y la comida toda revuelta.

Afirman que en la cárcel no existe un médico permanente y los privados de libertad deben ser atendidos por una enfermera, que ha de atender las enfermedades e infecciones contagiosas.

Los quejosos aseguran tener conocimiento que dentro de la cárcel no existen celdas para separar a los detenidos que padecen tuberculosis o SIDA.

Además, que no se explican las causas por las que se prohíbe llevar, aun cuando existe escasez del vital líquido, lo que no permite funcionar los inodoros, razón por la que los presos deben defecar en cartuchos y lanzarlos al patio de una propiedad contigua a la cárcel.

"Carmen" (nombre ficticio), quien es madre de uno de los presos, alega que, incluso cuando tiene una "ordenanza", en la que se hace saber que su hijo cumplió con las dos terceras partes de la condena, no ha sido posible lograr su libertad bajo los términos que la ley fija.

La razón de ello, indica, es que la Junta Técnica, que debe resolver este tema, al igual que los traslados a otras cárceles, no se reúne de forma regular.

REMODELACION
Aunque el 17 de marzo del 2004 el entonces Defensor del Pueblo, Juan Antonio Tejada, recomendó clausurar la cárcel de La Chorrera, esto no se ha cumplido.

Para el 2007, el Sistema Penitenciario anunció que invertiría B/.79,980 para realizar algunas remodelaciones, entre ellas el techo, los sanitarios y mejorar el depósito de la basura.

Sin embargo, la mayoría de los trabajos no se ejecutaron porque la Oficina de Seguridad del Cuerpo de Bomberos advirtió que las estructuras no resistirían los cambios.