La baja asistencia de fanáticos en la tarde de ayer al Estadio Rommel Fernández, dejó entrever la falta de poder de convocatoria que continúa teniendo la Asociación Nacional Pro-Fútbol.
Resulta lamentable que sólo un aproximado de mil personas, se hayan hecho presentes en el evento que, además de ser gratuito, repartía varios premios entre los que se incluían teléfonos celulares, camisetas y balones.
Del espectáculo futbolístico no hay queja, pues tanto los jugadores nacionales como los extranjeros se esforzaron y protagonizaron un partido que consideramos fue de buen nivel.
Sin embargo, lo ocurrido debe ser un llamado de atención a los dirigentes de la ANAPROF, para que sigan luchando porque el fútbol nacional logre un mejor sitial.
Es hora de que se busquen los mecanismos que coadyuven a involucrar no sólo a los fanáticos, sino también a las autoridades y los miembros de la empresa privada.
Para empezar, es importante que la dirigencia realice un trabajo serio y responsable.
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