Juega el fútbol con la agilidad de los mejores, Vidalia dijo: "Me gusta mucho este deporte y en mi escuela lo practico todos los días en el recreo".

Se siente muy satisfecha con el apoyo que le brinda Casa Esperanza, porque con ello ha logrado superarse en sus estudios.

Esta singular futbolista nunca había viajado a la ciudad y se sintió muy emocionada, porque dice que aquí todo es diferente: "Hay muchas cosas lindas que ver y dónde disfrutar de juegos".

Para el futuro, piensa seguir estudiando, a fin de lograr cosas buenas para su etnia, la ngöbe buglé, porque cree que esta parte de Panamá está muy olvidada y ella desea servir a su comunidad y, de este modo, agradecer todo lo que Dios le ha dado.

Vidalia irradiaba una alegría, corría detrás de la pelota con una agilidad indescriptible; se notaba que le gustaba de verdad y dijo que seguirá practicando para ver si tiene la oportunidad de jugar en algún club femenino, porque sabe que es grande.

Allí la dejamos un poco cansada, porque ya tenía rato de estar jugando y aun así, nadie la podía igualar cuando estaba decidida a meter un gol.

INGENIOSA
Vidalia no tiene uniforme, ella se las ingenia amarrando su vestido para poder jugar.