El miércoles, una señora, junto a sus dos niños, abordó un taxi desde Exedra Book hasta el Centro Comercial El Dorado. Cuando iba en el camino, el taxista escuchó que la niña llevaba un pollito en una bolsita de papel, que su madre acababa de comprarle en una tienda agropecuaria, y empezó a radiar a sus compañeros para preguntar cuánto era la carrera con una mascota y le respondieron que a ese destino eran B/. 5.00, esa fue la cantidad que le cobró. La señora estaba enojada porque su hija no llevaba una gallina, sino un pollito, y considera ilógico y como un abuso que le cobraran esa cantidad cuando la carrera no es ni la mitad. Ojalá que la ATTT les recoja la cuerda a los taxistas.