Lo envenenaron desde adentro. El fallecido inspector y ex director de la Unidad Sensitiva de la PTJ, Franklin Brewster, fue envenenado el mismo día que mandó a abrir una importante investigación vinculada con el narcotráfico, y todo parece indicar que tres de sus compañeros de trabajo se encargaron de hacerlo.
Luis Martínez, Fiscal Auxiliar, expresó que producto de las investigaciones, formularon cargos contra tres miembros de la PTJ, que laboraban con Brewster. Se ordenó la detención preventiva de Gioconda Véliz, Keneth Brown; mientras que a Irving Francis se le dio una medida cautelar.
El pasado mes de junio, dos de los implicados fueron sancionados por obstruir las investigaciones durante la 3ª etapa de la Operación Álamo, entre ellos se encontraba la mujer.
Un importante personaje del mundo del narcotráfico, que se encuentra detenido en el extranjero, fue la posible voz de mando para la muerte del inspector, por la que se presume pagó medio millón de dólares.
Ninguno de los acusados ha aceptado su participación en la muerte de Brewster. Tampoco se ha podido probar que estas personas hayan recibido el dinero; sin embargo, afrontan cargos por homicidio doloso en grado de complicidad.
Se descartó que la esposa de Brewster haya querido matarlo o que éste haya intentado cometer suicidio, pues mantenía buenas relaciones sentimentales y solvencia económica.
Aún no se sabe qué órgano fosforado provocó la muerte del inspector, por lo que se mantiene la espera de los resultados de los análisis realizados en Estados Unidos.
Los acusados conocen quién los delató, y todo parece indicar que harán lo posible porque su identidad sea revelada.
VINCULADOS
La muerte de Brewster, posiblemente, guarda relación con las investigaciones a Rayo Montaño y la operación Álamo.
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