Desde temprano, las personas con sus banquitos se apostaron a orillas de la vía principal de Paraíso, con paraguas en mano por si llovía, para disfrutar las delegaciones.

Los tambores y las liras sonaban al ritmo de canciones patrióticas, mientras que las batuteras hasta se tiraban al suelo haciendo piruetas que llamaban la atención de los presentes.

Esta vez el sol acompañó el momento, por lo que a los raspaderos les fue mejor en las ventas, porque éste era el refresco más buscado para saciar la sed.

Por fortuna, todo terminó como se había planeado ahora sólo esperan que llegue el 10 para celebrar el Grito de Independencia de La Villa de Los Santos.