El triunfo local se fraguó entre los minutos finales del primer tiempo y los primeros de la reanudación cuando, después de marchar durante muchos minutos por detrás en el marcador, consiguió imponer su mayor calidad al despliegue físico del conjunto germano.

El conjunto alemán saltó a la cancha más metido en el partido que su contrincante, lo que le sirvió para situarse pronto por encima en el electrónico y mantenerse por delante durante casi todo el primer tiempo.

Su mayor acierto en el rebote, sobre todo ofensivo, y en el juego exterior, fueron suficientes para mantener a raya a un Pamesa muy espeso en ataque, que abusó sin acierto de los triples y que se mantuvo con opciones en el tanteo gracias a un buen balance en el rebote ofensivo (14-15, m.8).