En esta actividad, los niños realizaron trabajos paralelamente a sus progenitores, pero en habitaciones distintas, esto, con el objetivo de conocerse más.

Enelda Cerezo, coordinadora de la jornada de los niños, manifestó que es la primera vez que el ENE hace este tipo de actividades en esta iglesia. "Los niños están trabajando en un proyecto de Malezas y Margaritas, en el que cada uno escribe sus defectos y virtudes", dijo Cerezo.

Pero en el encuentro, no todo fue escribir, sino que los niños colorearon, cantaron y bailaron música dedicada a Dios.

Luego, cada instructor envió las anotaciones de los niños y se las presentaron a los padres para que se dieran cuenta de cuáles son las acciones que inquietan y molestan a sus hijos. Ellos les explicaron que una buena comunicación no es comprarle todo a sus hijos, sino dedicarles tiempo.

Informó Cerezo que por medio de este ejercicio, el progenitor aprende a conocer a su hijo, pues muchas veces, por la actividad diaria, no existe el tiempo necesario para la integración familiar.

El encuentro familiar terminó con una misa en la que todos dieron gracias a Dios por la oportunidad de tener una familia.