Malcolm Glazer, propietario de los Buccaneers de Tampa Bay, intensificó ayer la batalla por el control del Manchester United, al votar por la expulsión de tres miembros de la junta.
Glazer usó el peso de su paquete accionario de 28,11% para decidir el voto, lo que enfureció a los hinchas, e indicó que podría intentar una adquisición hostil de una de las franquicias deportivas más ricas del mundo.
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