Los dejaron en la calle y esperando. Una familia del sector de Miramar, en Chimán cabecera, vive sumida en la pobreza y engañada por la política.
Arnulfo Guerra Pineda, de 48 años, está pidiendo ayuda a las autoridades de turno, pues un candidato a representante en tiempos de campaña electoral le dijo que tumbara su casa de penca que estaba deteriorada, con la promesa de que le daría los materiales para hacer una nueva vivienda, pero no fue así.
Resulta que el político perdió y se quedaron "sin lo que tenían, ni lo que supuestamente tendrían". En vista de la situación, aún vive en una pequeña casa de madera con su cónyuge y 6 hijos, en condiciones deplorables.
No tiene trabajo y depende de lo que pueda ganarse trabajando en el monte. Sus 6 hijos están en la escuela, pero en ocasiones no pueden asistir, pues ni para comer les alcanza. Dentro de la casa se refleja lo que viven: Paredes en mal estado y sus camas de tablas, sin colchón.
|