Lleva el amargo sabor de una cruel enfermedad en sus venas, pero eso aún no le ha robado la dulce sonrisa de sus labios.
A Yariel Iván Montenegro, un curundeño de 6 años, se le diagnosticó VIH al año de nacido, puesto que su difunta madre se lo transmitió en el embarazo.
Situación que hoy día ignora, pese a que se ha sometido a tratamientos médicos y no sale del hospital, ya que su inocencia no le permite comprender su padecimiento.
Julia Molinar Martínez, abuela materna de los niños, entre lágrimas contó que la pobreza en que vive afecta la salud de su nieto y la precaria alimentación es lo que le mortifica.
Julia hoy es el único sustento y también se hace cargo de su hermanita de 12 años, Nairobi Leudo, desde que quedaron huérfanos.
Ella lo único que pide es un trabajo para que el salario le sirva para hacer supermercado y sus nietos dejen de ir a la escuela con el estómago vacío y sin merienda.
Según la abuela, ella vendía frituras afuera de la barraca donde viven, pero la lluvia ha conspirado contra ellos y le impide seguir haciéndolo.
DINAMICO
Julia no le teme al rechazo que puedan tener los vecinos contra su nieto, pero procura que no se corte o golpee para mantenerlo tranquilo.
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